miércoles, 1 de mayo de 2019

DENUESTOS Y BALDONES en su contexto

ü También don Quijote las daba, mayores, llamándolos de alevosos y traidores, y que el señor del castillo era un follón y mal nacido caballero, pues de tal manera consentía que se tratasen los andantes caballeros soez y baja canalla
ü Y así, llegándose a él, se desculpó de la insolencia que aquella gente baja con él había usado, sin que él supiese cosa alguna; pero que bien castigados quedaban de su atrevimiento.
ü -Descortés caballero, mal parece tomaros con quien defender no se puede
ü -Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete.
ü -Venid acá, gente soez y malnacida: ¿saltear de caminos llamáis al dar libertad a los encadenados, soltar los presos, acorrer a los miserables, alzar los caídos, remediar los menesterosos?
ü -¿"Miente", delante de mí, ruin villano? -dijo don Quijote-. Por el sol que nos alumbra, que estoy por pasaros de parte a parte con esta lanza.
ü -No le mana, canalla infame -respondió don Quijote, encendido en cólera-; no le mana, digo, eso que decís, sino ámbar y algalia entre algodones; y no es tuerta ni corcovada, sino más derecha que un huso de Guadarrama.
ü -¡Non fuyáis, gente cobarde; gente cautiva, atended!; que no por culpa mía, sino de mi caballo, estoy aquí tendido.
ü ...que, con toda aquella tempestad de palos que sobre él vía, no cerraba la boca, amenazando al cielo y a la tierra, y a losmalandrines, que tal le parecían.
ü -Non fuyades, cobardes y viles criaturas.
ü -no has de poner mano a tu espada para defenderme, si ya no vieres que los que me ofenden es canalla y gente baja, que en tal caso bien puedes ayudarme
ü -Gente endiablada y descomunal
ü -ya yo os conozco, fementida canalla
ü -Si fueras caballero, como no lo eres, ya yo hubiera castigado tu sandez y atrevimiento, cautiva criatura.
ü -...amparar doncellas, de aquellas que andaban con sus azotes y palafrenes, y con toda su virginidad a cuestas, de monte en monte y de valle en valle; que, si no era que algún follón, o algún villano de hacha y capellina, o algún descomunal gigante las forzaba
ü -por entonces no quería ni debía ir a Sevilla, hasta que hubiese despojado todas aquellas sierras de ladrones malandrines, de quien era fama que todas estaban llenas.
ü -A lo que yo veo, amigo Sancho, éstos no son caballeros, sinogente soez y de baja ralea.
ü -¿Úsase en esta tierra hablar desa suerte a los caballeros andantes, majadero?
ü -...maldecía el bálsamo y al ladrón que se lo había dado
ü -Vos sois un sandio y mal hostalero -respondió don Quijote.
ü -Lo que suelen hacer algunas mujercillas simples y algunos embusteros bellacos es algunas misturas y venenos con que vuelven locos a los hombres, dando a entender que tienen fuerza para hacer querer bien, siendo, como digo, cosa imposible forzar la voluntad
ü -Respondióle la guarda porque tenía aquel solo más delitos que todos los otros juntos, y que era tan atrevido y tan grande bellaco que, aunque le llevaban de aquella manera, no iban seguros dél, sino que temían que se les había de huir.
ü -Hable con menos tono -replicó el comisario-, señor ladrón de más de la marca, si no quiere que le haga callar, mal que le pese.
ü -Pues, ¿no te llaman ansí, embustero?
ü Donosa majadería!
ü -¡Vos sois el gato, y el rato, y el bellaco
ü -Pues ¡voto a tal! -dijo don Quijote, ya puesto en cólera-, don hijo de la puta, don Ginesillo de Paropillo, o como os llamáis, que habéis de ir vos solo, rabo entre piernas, con toda la cadena a cuestas. 
ü -Paréceme, Sancho, y no es posible que sea otra cosa, que algún caminante descaminado debió de pasar por esta sierra, y,salteándole malandrines, le debieron de matar, y le trujeron a enterrar en esta tan escondida parte.
ü -"¡Ah, fementido Fernando!”
ü -...sería un majadero el que lo contrario entendiese o creyese
ü -...sino que aquel bellaconazo del maestro Elisabat 
ü -...y no se ha de presumir que tan alta princesa se había de amancebar con un sacapotras; y quien lo contrario entendiere, miente como muy gran bellaco.
ü -Dichosa buscada y dichoso hallazgo -dijo a esta sazón Sancho Panza-, y más si mi amo es tan venturoso que desfaga ese agravio y enderece ese tuerto, matando a ese hideputadese gigante que vuestra merced dice
ü -él debía de estar fuera de juicio, o debe de ser tan grande bellaco como ellos 
ü -¡Majadero! -dijo a esta sazón don Quijote-,
ü -...digo que sabe poco de achaque de caballería, y que miente como un hideputa y mal nacido; 
ü -¡Eso juro yo -dijo Sancho- para el puto que no se casare en abriendo el gaznatico al señor Pandahilado!
ü -¿Pensáis -le dijo a cabo de rato-, villano ruin...
ü -Pues no lo penséis, bellaco descomulgado,
ü -¿Y no sabéis vos, gañán, faquín, belitre...
ü Decid, socarrón de lengua viperina...
ü ¡Oh hideputa bellaco, y cómo sois desagradecido
ü -¿Cómo que no la has visto, traidor blasfemo? -dijo don Quijote-.
ü -¡Oh, qué necio y qué simple que eres! -dijo don Quijote- 
ü -Porque vean vuestras mercedes cuán de importancia es haber caballeros andantes en el mundo, que desfagan los tuertos y agravios que en él se hacen por los insolentes y malos hombres que en él viven.
ü -...le pregunté la causa de tan atroz vapulamiento; respondió el zafio que le azotaba porque era su criado, y que ciertos descuidos que tenía nacían más de ladrón que de simple.
ü Mal haya mi señor Anselmo, que tanto mal ha querido dar a este desuellacaras en su casa!
ü ¡Tente, ladrón, malandrín, follón, que aquí te tengo, y no te ha de valer tu cimitarra!
ü -¿Qué sangre ni qué fuente dices, enemigo de Dios y de sus santos? -dijo el ventero-. ¿No vees, ladrón, que la sangre y la fuente no es otra cosa que estos cueros que aquí están horadados y el vino tinto que nada en este aposento, que nadando vea yo el alma en los infiernos de quien los horadó? 
ü -Y ¿qué es lo que dices, loco? -replicó don Quijote-. ¿Estás en tu seso?
ü Dime, ladrón vagamundo, ¿no me acabaste de decir ahora...
ü que estoy por hacer un estrago en ti, que ponga sal en la mollera a todos cuantos mentirosos escuderos hubiere de caballeros andantes, de aquí adelante, en el mundo! 
ü -Ahora yo te digo, Sancho -dijo don Quijote-, que eres un mentecato; y perdóname, y basta.
ü -¡Ah don ladrón, que aquí os tengo! ¡Venga mi bacía y mi albarda, con todos mis aparejos que me robastes!
ü -Mentís como bellaco villano -respondió don Quijote.
ü ¡Favor a la Santa Hermandad! Y, para que se vea que lo pido de veras, léase este mandamiento, donde se contiene que se prenda a este salteador de caminos.
ü -...don Quijote; el cual, viéndose tratar mal de aquel villano malandrín, puesta la cólera en su punto...hacer aquella prisión de aquel robador y salteador de sendas y de carreras
ü -Venid acá, gente soez y malnacida
ü -¡Ah gente infame,
ü Venid acá, ladrones en cuadrilla, que no cuadrilleros,salteadores de caminos con licencia de la Santa Hermandad;
ü -¿quién fue el ignorante que firmó mandamiento de prisión contra un tal caballero como yo soy?
ü ¿Quién fue el mentecato, vuelvo a decir, que no sabe que...
ü -¿Qué mal puede haber en ninguna aldea, ni en todas las ciudades del mundo, que pueda sonarse en menoscabo mío,villano?
ü Oh bellaco villano, mal mirado, descompuesto, ignorante, infacundo, deslenguado, atrevido, murmurador y maldiciente! ¿Tales palabras has osado decir en mi presencia y en la destas ínclitas señoras, y tales deshonestidades y atrevimientos osaste poner en tu confusa imaginación?
ü ¡Vete de mi presencia, monstruo de naturaleza, depositario de mentiras, almario de embustes, silo de bellaquerías, inventor de maldades, publicador de sandeces, enemigo del decoro que se debe a las reales personas! ¡Vete; no parezcas delante de mí, so pena de mi ira! 
ü viendo las insignias de los cuadrilleros, que debía de ser algún facinoroso salteador, o otro delincuente cuyo castigo tocase a la Santa Hermandad
                        
                                                                   
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